LA CRUZ PARROQUIAL DE COBOS DE SEGOVIA

 

Al día de hoy la Iglesia Parroquial de Cobos de Segovia tan sólo conserva una mediocre cruz parroquial de bronce dorada. ¿Por qué esta situación? ¿Dónde fue a parar la cruz de plata que se describe a continuación? La respuesta es más que difícil y sólo se basarían en suposiciones y tal vez nunca lo sepamos al carecer de libros de fábrica.

 

También puede darse el caso, que al aparecer este documento en nuestra web, los actuales propietarios de la cruz puedan conocer su procedencia e historia, a la vez que podamos conocer su ubicación actual, si a bien tuvieran informarnos.

 

Los datos obtenidos por Mª Teresa Llorente de “Archivo Provincial de Segovia” –Protocolo: 1.515 – Página: 332, indican que el escribano de Segovia, Pedro Fuentes, recoge un contrato entre el platero Antonio de Ávila  y los representantes de Cobos para ejecutar una nueva cruz parroquial. La escritura dice así:

 

“En la ciudad de Segovia a 10 días de Octubre de 1641, ante mi el escribano y testigos comparecen Ignacio de Urueña y Mateo Peña, alcaldes ordinarios de Cobos jurisdicción de esta ciudad, de una parte y de la otra Antonio Ávila platero vecino de ella y dijeron que la Iglesia de dicho lugar de Cobos tierna cruz de plata para la manga, la cual está vieja y quebrada y no pueden sacar a las procesiones ni entierros, por cuya causa  los dichos alcaldes, en nombre de dicho lugar, han tratado con el dicho Antonio de Ávila, platero, de que haga una cruz nueva con diferente hechura traza y modelo y para ello han desecho la dicha cruz vieja y la ha pesado el dicho Antonio de Ávila, la cual tiene treinta marcos líquidos de plata. (Nota: según la medida de la época que puede verse en: http://www.museoferias.net/febrero2001.htm, estos 32 marcos correspondían a  17,280 Kg.)

 

Para que haga la cruz nueva están convenidos y concertados y por la presente se conviene en esta manera:

Lo primero que Antonio de Ávila ha de hacer una cruz nueva de peso de 22 marcos de plata (11,900 Kg.) conforme  el modelo y traza que está hecha la cruz del convento de San Agustín de esta ciudad que para este efecto ha visto que los brazos han de ser más largos dos dedos cada uno de forma que vengan bien con lo demás.

 

El cuerpo de la manzana ha de ser con más vuelo y ha de dorar el pañete de Cristo y diadema y los apóstoles y doce óvalos que están arriba y abajo y los dos cuadrotes y tres remates y cuatro evangelistas y cuatro doctores y en uno de los cuadrotes ha de ponerse a San Sebastián y en la mangana en el lugar de un apóstol a San Roque.

 

Para hacer la dicha cruz confiesa ha recibido de los dichos alcaldes, los dichos veintidós marcos de plata de lo que procedió de la dicha cruz vieja que han desecho y de ellos se dio por entregado a toda su voluntad y que fue entregado es notorio y no parece de presente, se renunció con las leyes de la prueba de la paga y demás del caso y dio carta de pago en forma.

Para hacer la dicha cruz a toda costa y darla acabada a la toda perfección los dos dichos alcaldes dan al dicho Antonio de Ávila 900 reales de vellón y otros 832 reales luego de esta manera: los 780 en los ocho marcos de plata que sobran de la dicha cruz vieja que hacen en vellón contada la reducción a 50% esta cantidad y 52 reales en vellón todo luego.

 

Las dos partidas hacen 832 reales y de ello el dicho Antonio de Ávila se dio por entregado y renunció la entrega y leyes de ella y los 68 reales restantes a cumplimiento, los otros 900 se le han de pagar al tiempo de entrega de la dicha cruz.

 

El dicho Antonio de Ávila se obligo a hacer la dicha cruz según como va declarado a satisfacción de personas expertas en el dicho arte de platería y de darla y entregarla a los dichos dos alcaldes o personas del dicho lugar, acabada a la costa y sin que se le de otra cosa alguna para el día de Navidad de este año 1641 y si no se la ha entregado para ese día pagará la pena al dicho lugar de 100 reales y por ellos se le cargarán además que a su costa puedan buscar plateros que la hagan con toda brevedad por lo que se concertasen  y por ello y la plata y dineros recibidos costas, gastos, ingresos menoscabo en que se han creído por su juramento sea para misma ejecución y para que lo cumplan ambas partes cada uno por lo que toda obligación su persona, los bienes habidos y por haber a ello les competan por todo con sentencia para que en cosas juzgadas las leyes en su favor.”

Cruz Parroquial de Cobos de Segovia, de bronce dorado, que encabeza las procesiones e igualmente se utiliza en los entierros.

Cruz Parroquial de Paradinas (Segovia) que por sus características y época pudiera asemejarse mucho a la encargada en 1641 por los alcaldes de Cobos a Antonio Ávila, platero que realizo cruces de muy similar estilo en varias parroquias de los pueblos vecinos.

Esta Cruz Parroquial estuvo presente en la exposición de "Las Edades del Hombre" que se realizó en la Catedral de Segovia en al año 2003.

Sobre la CRUZ PARROQUIAL hemos conocido: (06.09.2008)

 

El día 4 de abril de 1861 don Bruno Cantalapiedra, cura párroco de Cobos se dirige al señor obispo indicando lo siguiente:

"Que esta iglesia posee una cruz parroquial de plata de peso de once libras y media según se halla; pero muy deteriorada y que para componerla sería necesaria una cantidad muy regular. Con su valor podrían comprarse una cruz parroquial de metal plateado y otras varias cosas de las que carece esta iglesia y que son indispensables, como son: un juego de candeleros del mismo metal, incensario, alfombra y un misal, y por último arreglar las ropas, que todas se hallan en un estado bien triste.

Por tanto a V.E.Y. humildemente
Suplica se digne autorizarle para enajenar la mencionada cruz y con su valor comprar las susodichas alhajas y arreglar las ropas de la iglesia. Gracia que el exponente espera de la bondad de V.E.Y cuya vida conserve el Sr. muchos años para bien de sus ovejas.

Cobos de Segovia 4 de abril de 1861. Firmado Bruno Cantalapiedra".
Con fecha de diciembre de 1861 el señor obispo le concede el solicitado permiso y en su nombre lo firmaron Cándido Ureta.
Esta puede ser la causa de que Cobos no tenga ninguna de las dos cruces de plata que llegó a tener a lo largo de su historia.

 

 

La citada cruz de Cobos al venderla aportó la cantidad de tres mil ciento cuarenta reales que fueron invertidos en lo siguiente:

  • 60 reales gastados en el viaje a Valladolid para realizar la venta.

  • 260 reales de quince varas de fieltro para una alfombra.

  • 500 reales de una cruz parroquial de metal plateado.

  • 420 reales de un juego de candeleros del mismo metal.

  • 140 reales de una cruz del mismo metal.

  • 120 reales de un juego de vinajeras del mismo metal.

  • 260 reales de un incensario y una naveta de igual metal.

  • 500 reales de un juego de sacras de igual metal.

  • 3 reales y cuartillo de porte de dichos objetos por el ferrocarril.

  • 16 reales desde Sanchidrián hasta Cobos.

  • 110 reales de dos varas y media de tisú blanco para un bombo o manga para la cruz.

  • 36 reales de fleco y galón para la dicha manga.

  • 30 reales de seda y demás para dicho bombo y otro encarnado que se ha hecho de damasco y componer el terno negro.

  • 190 de un misal nuevo.

  • 12 reales de ocho arandelas de hojalata.

  •  2 reales y medio de papel sellado para estas cuentas.

Sumadas estas compras aún sobraron 50 reales y medio a favor de la iglesia.
Las necesidades eran muchas pero se cambió caballo por pollino y Cobos se quedó sin su Cruz Parroquial.

 

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