EL REINO DE CASTILLA  - ISABEL LA CATÓLICA Y SEGOVIA

Durante su vida Isabel la Católica residió en la ciudad en numerosas ocasiones y también la favoreció con obras, como las realizadas en el Acueducto.

 

Segovia desempeñaba un papel principal entre las ciudades castellanas del siglo XV, según mantienen la mayoría de historiadores. En 1461 la reina Juana, esposa de Enrique IV —hermano mayor de Isabel la Católica— anuncia su embarazo, y el rey decide que la entonces princesa Isabel, que contaba diez años, y su hermano menor, Alfonso, sean llevados desde Arévalo a la corte. Con esa medida parece que quería evitar que sus enemigos utilizasen a sus hermanos como bandera en su contra o en la de su hija, como más tarde ocurriría. De esta forma la futura reina de Castilla se incorpora al séquito de la reina Juana, residiendo desde entonces casi siempre en Segovia y especialmente en su Alcázar.

 

Hay que advertir que el Alcázar actual tiene un aspecto distinto de aquel que conoció Isabel la Católica. De hecho, un incendio lo destruyó en gran parte en 1862. Sin embargo fue reconstruido y, tras la creación de su Patronato y gracias a dibujos anteriores al incendio, se han podido recomponer los antiguos palacios que durante la vida de Isabel la Católica alcanzaron gran esplendor. Fue Enrique IV quien dotó al Alcázar de ornamentos gótico-mudéjares de gran interés y finalizó la Torre de Juan II, iniciada por su padre, desde la cual se puede observar una magnífica vista de la ciudad. El Alcázar es el monumento más visitado de Segovia —600.000 personas en 2003— y uno de los castillos-palacios más atractivos para los turistas de todo el mundo por su perfil, similar a un gran barco flanqueado por los frondosos valles de los ríos Eresma y Clamores. Las referencias en él a los Reyes Católicos son inevitables.

Se sabe que en 1467 Isabel vivía en el segoviano Palacio Real de San Martín —un conjunto de casas palaciegas—. Se produce entonces la toma de la ciudad por los partidarios del príncipe Alfonso.

El Palacio Real de San Martín fue después sede de la Inquisición y con el paso de los años se dividió, fijando en él su residencia casas nobiliarias de Segovia. Actualmente se ha restaurado una parte, conocida como Palacio de Enrique IV, para albergar el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente, mientras que el edificio contiguo, conocido como Palacio de la Reina Doña Juana, con yeserías mozárabes y artesonados de gran interés, se encuentra bastante deteriorado aunque en vías de restauración.

En diciembre de 1473, gracias a la intervención de Beatriz de Bobadilla, Isabel pudo entrevistarse con su hermano en el Alcázar, después de meses de desencuentros motivados por el matrimonio de Isabel con Fernando de Aragón. Los cronistas dicen que ella besó la mano del rey, signo de acatamiento y vasallaje, mientras que Enrique la alzó para abrazarla con cariño de hermano. Poco después se unió a ellos el príncipe Fernando y los tres comieron juntos en la Casa Episcopal —que se encontraba frente al Alcázar y junto a la antigua catedral destruida durante el levantamiento comunero—.

Isabel permaneció en el Alcázar segoviano todo el año 1474, mientras su hermano residía en el Palacio Real de San Martín. El 12 de diciembre falleció el rey en Madrid e Isabel decidió proceder con premura y dispuso todo para ser proclamada reina al día siguiente junto a la iglesia de San Miguel. Esa vieja iglesia románica, situada aproximadamente en el centro de la plaza Mayor, fue sustituida en el siglo XVI por la actual, de estilo gótico, que conserva elementos de la primitiva. La Reina regresó después procesionalmente al Alcázar tomando posesión del mismo.  

Tras la proclamación de Isabel como reina de Castilla, Fernando se reúne con ella el 2 de enero de 1475, con gran ceremonia, entrando en Segovia escondiendo sus lujosos vestidos bordados de oro y seda, bajo un gran manto negro, del que se desprendió en la puerta de San Martín. La reina le esperaba en la Catedral y, después de una ceremonia litúrgica de acción de gracias, pasaron al Alcázar para presidir un gran banquete de bienvenida. En los días anteriores se había fraguado una sentencia arbitral, conocida como la Concordia de Segovia.

En difíciles circunstancias

Tras ser proclamada reina, las difíciles circunstancias de su reinado —guerra civil contra los partidarios de la Beltraneja y conquista del reino de Granada— motivan un alejamiento de Isabel la Católica de Segovia. Sin embargo, visita la ciudad en 1476 para hacer frente a una revuelta motivada por la donación a los marqueses de Moya de lugares y vasallos pertenecientes a la ciudad y tierra de Segovia. Cuentan las crónicas que los segovianos en señal de “queja, agravio y protestación” se cubrieron de luto, cubrieron asimismo el pendón de la ciudad, quebraron una tinaja e hicieron ahumadas. También está documentada otra visita en 1486 y la última, al final del verano de 1503, acompañada de su hija Juana. De Segovia partiría la reina Isabel hacia Medina del Campo, donde falleció el 26 de noviembre de 1504.

Información obtenida de "www.infosegovia.com"

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