Para
el estudio del siglo XVIII -además de los libros parroquiales
de nacimientos, defunciones y cofradías-, contamos
con un documento muy fiable y de validez extensible incluso para gran parte de España.
Nos estamos refiriendo al "Catastro del
Marqués de la Ensenada de 1752". Aunque su objetivo era
crear una recaudación única, y ésta no llega
a imponerse, por lo menos
nos han quedado los datos, y hoy muchos de nosotros disponemos de
una
importante fuente documental sobre nuestros pueblos, correspondiente al reinado de Fernando VI.
En
el citado Catastro, queda recogido que Cobos es un pueblo de realengo, bajo la jurisdicción civil de Segovia,
y eclesiástica de la Abadía de Párraces la
cual, a su vez, lo
es del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Los límites
del termino municipal -ver
página de "Dónde Estamos"-
coinciden con los actuales: una superficie
de 2.106 obradas cultivadas, de una extensión total de
2.675 obradas. Lo cultivado en su totalidad era de secano : trigo,
cebada, centeno, algarrobas y garbanzos. Se practicaba el
barbecho, por lo que el termino solía dividirse en dos hojas, lo
que permitía aprovechar los pastos al ganado: la hierba en el invierno
y la primavera en la zona no cultivada y la rastrojera, en el verano,
tras la recogida de las mieses.
Un
gran número de "tierras" estaban cubiertas de
vides; sus vinos eran muy estimados por algunos de los abades de
Párraces, sirviendo, además, como en la mayoría de los pueblos,
para el autoconsumo. A mediados del presente siglo, este
cultivo llega a ocupar la quinta parte del término, como se recoge
en la Historia de Segovia" publicada por la Caja de
Ahorros, donde se puede leer:"había localidades como Cobos
de Segovia, Domingo García o Nieva en los que al menos la quinta
parte de la circunscripción municipal estaba cubierta de
viñedo". Quedan
recuerdos de esta importante dedicación, con varios lagares -
alguno todavía completo- y bodegas, tanto en casas antiguas
como nuevas.
La mayor parte de estos viñedos se encontraban
a ambos lados de la carretera de Bercial a Etreros y en la zona
comprendida entre los caminos de Párraces y Sangarcía. La
medida de capacidad utilizada para los vinos era "el
mayo", que equivalía a 16 cántaras (Una cántara
son 16
litros). La medida de superficie para los viñedos era "la
aranzada", aunque en Cobos se utilizaba igualmente "la
obrada".
De
las 2.106 obradas del término, 1.700 estaban
dedicadas al cultivo de cereales, cuya calificación era: 90 de primera,
570 de segunda, 910 de tercera, 61 eran prados de secano; las 69
restantes tenían otras calificaciones. Correspondían
a viñedos 258 obradas, siendo su calificación: 12 de primera, 235 de
segunda y 11 de tercera. El resto es de suponer que fueran caminos
y zonas comunes.
Si dividimos las
1.454 fanegas de trigo cosechadas entre los
470 habitantes de Cobos e
1751, nos da 3,09 fanegas por cabeza, cantidad
que no era suficiente para cubrir sus necesidades de
alimentación; hay que tener en cuenta que la base de la
alimentación en esa época era el pan, y además que
el total de esa
producción no se quedaba íntegramente en el pueblo, pues una gran parte sale
fuera a las paneras de Párraces, conventos, hospitales y también
a los 119 forasteros propietarios de "las tierras" de
este lugar.
La
propiedad de las 2.106 obradas se reparte de la siguiente
forma:
Eclesiásticos
(Iglesia de Cobos, Conventos, Obras Pías y Capellanías): son
propietarios de un total de 970 obradas. Laicos : El Concejo
de Cobos tiene 155 obradas, los vecinos del pueblo son titulares
de 223 obradas y el resto ( 758 obradas) se reparten entre 119
forasteros, principalmente de los pueblos vecinos y algunos de
Segovia, Arévalo, Salamanca, Alcázar de San Juan y Colmenar
Viejo. Dentro de las tierras del clero, el mayor propietario es
Párraces con 488 obradas, seguido de los capellanes de Coca con
88; la capellanía que fundó Francisco Marugán poseía otras 88,
la capellanía de Bartolomé Prieto era titular de 66 obradas,
otras 60 las poseían entre la obra pía que fundó Francisco
Alonso (31) y el convento de Santa Clara de Villacastín (29) y
así hasta llegar a las 970. El mayor propietario forastero laico
era D. Antonio M. de Campuzano y Peralta, marqués de Mansilla y
señor del despoblado del Abad Don Blasco, hoy incorporado a
Etreros, que acredita una titularidad de 221 obradas.
La
población a lo largo de este siglo va descendiendo, en línea
con el declive iniciado en el siglo anterior. En 1751 tiene 117 vecinos
y 470 habitantes; los nacimientos fueron 21
y las defunciones, 24. Se vivieron mal los años de este siglo
correspondientes a 1708 y
1709, por las pésimas cosechas, y la década que va entre
1728 y 1737, a los que se cita como "años lamentables"
por las enfermedades y por la sequedad de la tierra. Se perdieron
en Cobos nada menos que 67 habitantes. No obstante, los peores años para este pueblo
fueron 1762 y 1763, sobre todo este último en el que hubo 73
defunciones, bajando en 54 habitantes su población. Puede
contabilizarse, en los libros de
defunciones, la muerte de familias enteras en un corto periodo de
tiempo..
Estructura
profesional:
La
población activa en 1751 era de 102 personas. Éstas representan el 24% del total de la población. Las mujeres no figuran como
activas, junto a su nombre suele colocarse las palabras "sus
labores" ó "familia".
Al
primer sector, o sector agrícola-ganadero, pertenecen 13
labradores, 9 jornaleros, 6 peluqueros y 1 pastor: total 29
personas que representan el 28,4% de la población activa.
Al
sector secundario pertenecen 10 fabricantes de estameñas, 14
cardadores, 16 peinadores y 24 obreros de este gremio. Hay que
incluir en este mismo sector un carpintero, un herrero y un
zapatero. En total de 67 personas, que representan el 65,6% de la
población activa. Existía una fábrica de paños,
al igual que en Etreros y Sangarcía.
Fundamentalmente se
fabricaban paños ordinarios, bayetas y estameñas.
Al
sector terciario pertenecen seis personas: un maestro de escuela,
un
escribano, un médico, dos cirujanos y un boticario. Representan el
5,88% del total de la población activa.