Los "de MERCADO" y  San Juan de Cruz

Para los que llevamos el apellido "de Mercado" nos es de gran satisfacción y orgullo  la relación de nuestros antepasados con uno de los DOCTORES de la Iglesia, según se detalla a continuación:

La relación de San Juan de la Cruz con la familia "de Mercado Peñalosa" se documenta por el escrito de Fr. Eulogio de San José, Carmelita Descalzo. (Sacado de "SAN JUAN DE LA CRUZ" Revista Carmelitano- Teresiana Noviembre 1° de 1891, páginas 33 á 37)

Estando en Granada nuestro Padre San Juan de la Cruz, conoció a D. Luis de Mercado, Oidor entonces de aquella Chancillería, y después del Consejo Real de Castilla y del Supremo de la Inquisición, ya su hermana doña Ana de Mercado y Peñalosa, viuda de Don Juan de Guevara. que estaba en compañía de su hermano el dicho Don Luis. El Santo les persuadió que hiciesen una fundación de Carmelitas Descalzos en la ciudad de Segovia, y con gusto vinieron en ello los dos hermanos. La ciudad de Segovia era en aquel tiempo una de las más ricas y populosas de Castilla, y muy nombrada en todo el mundo por la excelencia de sus lanas, paños, moneda y alcázar, por más que en nuestros días ha perdido, desgraciadamente, todo aquel brillo y esplendor. Eligiose para la fundación el sitio y casa de un antiguo convento, ya despoblado, de religiosos de la Santísima Trinidad que está fuera de la ciudad, a la parte de Poniente, saliendo por la puerta de Santiago hacia el camino de Valladolid, después de pasar el arrabal y parroquia de San Marcos y antes de llegar al santuario de la Fuencisla.

Mientras se arreglaba el nuevo convento arreglaron los religiosos una especie de residencia con licencia del limo. Señor Obispo de esta ciudad, D. Andrés Cabrera y Bobadilla, en casa del señor Arcediano de Cuellar, D. Juan de Orozco y Covarrubias, donde prepararon un hermoso oratorio y tomaron posesión de la nueva residencia el 3 de Mayo del año 1586.

Permanecieron los religiosos en casa del señor Arcediano hasta el sábado 12 de Julio de dicho año de 1586, en que tomaron posesión del nuevo convento, y al día siguiente colocaron con solemnidad el Santísimo Sacramento. En esta fundación se hallaron el Rvdo. P. Vicario Provincial de Castilla la Vieja, Fr. Gregorio Nacianceno, su compañero Fr. Pedro de San José, el Rvdo. P Fr. Gaspar de San Pedro, a quién el P. Provincial hizo Vicario del convento y fue después primer Prior; el Rvdo. P. Fr. Bartolomé de Santa María, Rvdo. P. Fr. Martín de Jesús y María y el Rvdo. P. Fr. Gregorio de San Angelo. Además se hallaban dos hermanos coristas Fr, Juan de San Simón y Fr. Diego de Jesús, y el hermano lego Fr. Alonso de la Cruz.

Solo habían pasado dos años después que se fundó este convento, cuando fue señalado por los Superiores para casa de consultas; y como nuestro Padre San Juan de la Cruz era entonces el primer Definidor, tuvo que fijar aquí su residencia y gobernar el convento. (Aun hoy mismo  la casa generalicia de Roma. que es lo que antes se llamaba casa de consulta, está bajo el primer Definidor, que quién manda y gobierna en ella. y no debe haber prior por no ser Priorato). Como el nuevo convento más era provisional que permanente. viendo el santo Padre lo muy necesario que era tener una casa más acomodada, propuso su pensamiento al Definitorio. y en él determinaron los Rvdos. Padres Definidores que se labrase una nueva casa a gusto del primer Definidor y de doña Ana de Peñalosa. la fundadora. Comenzó entonces el santo Padre a labrar la nueva casa, la cual corría toda por su cuenta, dando principio a la planta baja algo más arriba que la antigua y en mejores condiciones, y asistiendo a los operarios como un peón en cuanto le permitían las ocupaciones de su oficio y consulta. Estuvo el místico Doctor casi tres años en esta casa. Que fueron los últimos de su vida, atendiendo a su gobierno ya su obra; pero solo pudo ver concluidos dos cuartos y parte de la iglesia cuando en 1591 salió de este convento para no verle más en su vida, pues murió el mismo año en Ubeda. Como todo el edificio era nuevo. duró todavía nueve años la obra de este convento después de la gloriosa muerte de San Juan de la cruz, y se colocó el Santísimo Sacramento en su iglesia el 22 de mayo de 1600, segundo día de la Pascua del espíritu Santo, como se puede ver en los archivos de este convento.

El sitio de esta casa es en gran manera apacible; está a la falda de un collado que, rodeado con hermosas tapias, sirve de huerta al convento. Grande estima se ha hecho siempre de este sagrado recinto por ser obra y morada del siervo de Dios, pues todo este lugar fue santificado con su habitación y santos ejercicios, dejando hasta las paredes y peñas vestidas de su memoria y devoción.

En lo más eminente de un peñasco de la huerta descuella una ermita más edificativa que costosa, que se cree haber sido edificada por San Juan de la Cruz, de donde se ven a lo, lejos altas sierras, montes y puertos casi siempre nevados, y más de cerca la hermosura de la ciudad de San Frutos. y enfrente el bellísimo edificio del alcázar, ya otro lado, casi debajo de la ermita, el sagrado y magnífico templo de la Virgen de la Fuencisla. Un poco más abajo que esta primera ermita se halla una cuevecita donde se recogía a orar el Santo. Abrese en la peña tajada de un risco la boca de una pequeña concavidad, donde apenas cabe un hombre, y donde se hallaba muchas veces arrobado y suspenso, ocupado en espectáculos celestiales, bajando muchas veces de este lugar al convento tan endiosado y con rostro tan encendido que parecía arrojar llamas y vibrar resplandores. como otro Moisés, de la comunicación que había tenido con Dios.

Por la gran devoción que profesaba a esta cuevecita el Ilmo. Sr. D. Melchor de Moscoso y Sandoval, obispo de esta diócesis, comenzó la obra de la ermita aunque arrebatado por la muerte no pudo dar cima, y más tarde se pudo labrar un pequeña ermita, y en este año del centenario se han hecho en ella obras soberbias, arreglando una nueva capilla y altar de mármol en la misma cueva, adornando todo el resto de la ermita con elegantes y costosas pinturas y otras cosas de gusto. Se conserva también en esta casa la milagrosa imagen del Nazareno, que le habló a San Juan de la Cruz. Pero de todo esto, y de lo demás que ha sucedido en esta casa desde la muerte de este santísimo ermitaño, daremos cuenta exacta en otro artículo que publicaremos "ad hoc".

¿Que relación existió realmente entre Ana de Mercado y Peñalosa con San Juan de la Cruz?

El conocido poeta místico dedicó el poema "Llama de amor viva" a la "noble y devota señora" quien le había pedido este poema de quien se enamoró en 1582, al conocerse ambos en Granada. Aunque el interés del santo fue ser enterrado en Úbeda (Jaén), Ana de Mercado y Peñalosa ordenó trasladar el cuerpo de su amado a Segovia, una historia que representa uno de los pasajes de El Quijote de Cervantes - Capitulo XIX de la 1ª Parte-, en el que el hidalgo y su escudero se encuentran por la noche con un grupo de once frailes, que les informan que se dirigen a Segovia a enterrar en secreto un cuerpo.

LLAMA DE AMOR VIVA

1. ¡Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
¡rompe la tela de este dulce encuentro!

2. ¡Oh cauterio suave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado,
que a vida eterna sabe,
y toda deuda paga!
Matando. muerte en vida la has trocado.
3. ¡Oh lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con extraños primores
calor y luz dan junto a su Querido!

4. ¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno,
donde secretamente solo moras
y en tu aspirar sabroso,
de bien y gloria lleno,
cuán delicadamente me enamoras!

Años después, tras el pleito originado con los restos del fraile, intervino el Papa, quien resolvió en favor de los frailes de Úbeda, debiendo devolver Ana de Mercado las reliquias. Sin embargo, su astucia hizo que sólo enviara las extremidades inferiores.

Fortunato Antolín, OCD, hace un relato apasionante de las "idas y venidas" de los restos del Doctor de la Iglesia. Especial interés para el presente documento, merece el apartado: EL TRASLADO DE LOS RESTOS A SEGOVIA.

Igualmente este autor en su libro "San Juan de la Cruz en Segovia (Apuntes históricos)" relata en detalle el conocimiento del santo con "su dirigida" Dª Ana de Mercado y Peñalosa.

En las biografías oficiales del santo, apenas figura esta ultima etapa de su vida, pasando de "puntillas" u obviándolo. Únicamente he podido encontrar unos párrafos en la Web: "Biblioteca Electrónica Cristiana", donde José Gros y Raguer  escribe, refiriéndose a San Juan de la Cruz: "Retirado del convento de Segovia por discrepancias de pensamientos, es arrinconado en un lugar cercano a Jaén, teniéndose que refugiar, al poco tiempo, por enfermedad, en un convento de Úbeda. Mientras tanto, el proceso contra el Santo, por el que se le intenta expulsar de la Orden, continúa adelante. Sin embargo, poco le falta va para que Dios le llame al Cielo: el 13 de diciembre de 1591 entraba en la agonía, muriendo al día siguiente"

El actual convento de "Los Carmelitas" de Segovia, junto a "La Fuencisla", donde se encuentra el sepulcro de San Juan de la Cruz, fue donada por Dª Ana de Mercado y Peñalosa, viuda de Juan de Guevara, en 1586. En el frontal, a la derecha, puede verse el siguiente escudo:

El escudo "De Mercado", igual que en el "Torreón de los Mercado" de Lastras del Pozo, con la incorporación de una cabeza azteca en la base.

Se documenta mediante el articulo publicado en "El Adelantado de Segovia" de fecha 3 mayo de 1986, por el carmelita José Vicente Rodríguez, con motivo del "IV Centenario de los Carmelitas Descalzos en Segovia" Ver documento anexo.

Copia de la carta de San Juan de la Cruz de fecha 14.11.1588

Sepulcro de San Juan de la Cruz en convento de "Los Carmelitas" de Segovia. La primera foto corresponde al lugar donde estuvo su cuerpo hasta su beatificación.

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